jueves, 28 de marzo de 2013

Una tarde en el jardín

 
Sólo a mí se me ocurriría,
en primavera y con alergia,
 arreglar el jardín una tarde,
¡Maldita sea!
¡Con lo que cuesta!
 
El olor a tierra emborrachaba
y parar ya no pudimos,
aún hoy se siente el cuerpo
agotado,
dolorido.

Los ciempiés que encontramos,
piedad nos pedían,
-¿Qué hacéis? ¿Estáis locas?
¡Es Semana Santa!
¡Herejía!-.
 
Y de la tierra salieron arañas,
lombrices, caracoles,
 Un caballero del zodiaco,
princesas y algunos botones.
 
¡Cuánta gente en nuestro jardín!
Y tú sintiéndote sola,
mejor me voy con el jardinero,
vuelvo dentro de una hora...

Este jardín será una ruina
me temo,
amiga mía,
queda mucho por hacer,
si no nos toca la lotería...
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


domingo, 17 de marzo de 2013

Calçotada, la primera...

Siempre que veía una peli de esas que el protagonista lo deja todo y se muda a un pueblo, disfrutaba especialmente con las escenas en las que le invitaban a la fiesta de la patata, o del bizcocho con mermelada de arándanos. 

Imaginaba lo bien que me sentiría si yo fuera la protagonista celebrando este tipo de encuentros tan cercanos  con los lugareños. Hasta tenía previsto un veterinario estupendo para mi...

Sueño cumplido. 

Nuestros caseros y amigos, Enriqueta y Ángel, lo han hecho posible. Nos han invitado a una calçotada con gente del pueblo. ¡Qué bien lo hemos pasado! y sobre todo ¡qué bien hemos comido! Por si fuera poco nos han descubierto rutas y rincones del pueblo que aún desconocíamos. Impagable amigos, mil gracias.

Ciento cincuenta personas comiendo, más o menos, y sin faltar un detalle. Hemos comido calçotadas sin conocimiento; es que una vez que le coges el puntito a quitarle la funda a la cebolla tierna asada a la parrilla, ya no puedes parar de mojar salsa... ¡Qué pan! ¡Qué carne! ¡Qué vino!... ¡Qué digestión!

El veterinario no sé si estaba, pero a los postres ha llegado el guapo (pero guapo, guapo interesante) del pueblo; luego nos hemos enterado de que también era el más pretendido por lo que traía de cuna y esas cosas. Doy fe de que a día de hoy, y a tenor de lo visto hasta ahora en el pueblo, es y será el más pretendido a pesar de su señora.

Estoy segura de que si la alcaldesa pudiera quitarse el cargo unas horas, compartiría con nosotras un buen rato y algún penedés.

Un buen día, con buena gente, magnífica comida y estupendas fotos.

El mejor contacto: el concejal de deportes y su amplio abanico de posibilidades para, al menos, descargar la conciencia, mientras elegimos alguna actividad física.

Gracias Sant Fost por la acogida. Y a tí, sí a ti... Por osar atreverte.
 
 
 
 
 
 
 
 
 





Señal núm. 27.856


lunes, 11 de marzo de 2013

Crónicas de un sábado noche


.- ¿Qué? ¿Vamos al Mercadona?
.- ¡Que noo! (A dúo). ¡Que vamos al Lidl!

Son las nueve, hay que darse prisa que cierran a y cuarto.

.- ¿Por qué se ríe mami? Y cuando me giro, te veo en cuclillas, llorando de risa, intentando taparte con el carro de la compra.
.- Pues no sé de qué se ríe- Y ya me estoy partiendo yo también de la risa, mientras me indicas que mire al otro pasillo, al tiempo que veo pasar, a ver cómo lo diría... Una posible reencarnación del pelo del hermano mayor de los Jackson Five, mezclado con estos tipos que anunciaban páginas amarillas.
.- Pero ¿lleva algo en la cabeza no? Algo rojo, no lo veo muy bien- Y llorando de la risa me dices: ¡Joder, eso es lo que quiero que mires! ¡Es un peine!
Y ahí nos desbordamos... La abuela plantada en medio del pasillo enfocando su miopía sin ningún reparo para poder observar tanta, tanta... ¿Originalidad? Es que tela con el peine que el tío llevaba en la cabeza. Rojo, de pinchos, ¡grande! Y todo esto por un pasillo del Lidl.

Las risas nos duraron el camino a Barna, la estancia, la vuelta y el desayuno. Bueno a ti aún te duran.

¡Cuánto perro flauta hay en Barna! - ¿Sabes qué te digo? Que me voy a dejar rastas, total, es cómodo y puedes ir dejando ahí todo lo que no te sirve. Te da volumen y eso...- Siempre nos partimos de risa caminando por la Rambla e imaginando cómo moveré las rastas.

.-No hay mucho estilismo en Barcelona ¿no? Esto es la cultura de ¿qué me pongo?¡ Pues me lo pongo todo y ya está! Y se lo ponen... Ayer vimos a una chica en todo el centro de la capital con las botas de arreglar el huerto, con su barro, su pedigrí, en fin, lo que viene siendo unas botas de goma de faena. Pero se ve que la llamaron para tomar un café y aquí se deben de tomar como te pille. Si estás regando el huerto, pues con botas y si te estás peinando y te cierran el supermercado, pues con el peine en la cabeza.

.- Este cuenco nos lo llevamos a casa, que siempre nos tenemos que comer las olivas en el bote- Pero si está lleno de cáscaras de cacahuete, me dices- No pasa nada, se tiran y punto. Y mientras, intento despistar al encargado de la irlandesa de turno (sin éxito, me temo) pidiéndole ese chupito prometido, que minutos más tarde reposa en un vaso vacío de la barra. En medio de todo esto, he tenido un encuentro en la cola del baño con una inglesa. Creo que era su despedida de soltera a juzgar por el velo que llevaba en la cabeza. Eso o se ha dejado llevar por el estilismo de "me lo pongo todo". Nos hemos dicho muchas cosas, pero no nos hemos enterado de nada.

Oh, por fin un poco de karma del bueno para rematar la noche. Si será bueno que aún lo llevo marcado en la muñeca. Es una especie de torre de Babel alargada y estrecha. Con sus viejas glorias, rubias exaltadas y mucho niño mono. Lo mejor de lo mejor, la camisa de cuadros de la segunda cerveza.

.- ¿Y ahora quién conduce?- me dices- Venga lo llevo yo. -¿Sabes cómo volver?- Si, gira a la izquierda... Y  luego a la derecha y sigue palante, y mira a ver si das la vuelta a lo bruto que esto no me suena... Me encanta Barna en la madrugada, es tan ancha... Y se da la vuelta a lo bruto ¡tan bien!

.- Me duermo, habla conmigo.
.- "Estrellita dónde estás..."- Cantas con hilito de voz- ¿Una nana? ¿Me duermo y sólo se te ocurre cantarme una nana? Menos mal que las risas me despejan...

¿Y te acuerdas del portero de L'Ovella Negra? ¿Y de las putas que no eran, pero que eran tíos y al final eran putas? ............. Me dormí.

sábado, 2 de marzo de 2013

Moustache Club, con estilo propio...

¿Qué habrá sido de él? Han pasado quince días y aún me lo pregunto. Cuando entramos ya estaba situado de espaldas a la pared sin desviar la mirada de la pantalla en ningún momento. Y mira que entraba gente y que nos pusimos muy cerca, que aunque sólo fuera  por curiosidad  podía haber mirado, pero nada: impasible. 

Me daba cosa mirarle, le veía ahí tan sólo, tan tímido, que ni se atrevía a girar la cabeza. Siempre de frente. Se tragó todos los vídeos insustanciales que suelen poner en un bar de copas con derecho a baile.

Luego aquello se fue llenando y entre la confusión que me producían algunas lentejuelas y las cervezas que se iban acumulando, yo ya no sabía si aquello era una noche de sábado cualquiera o una nochevieja tardía. Es que por aquí debe ser costumbre mantener la decoración navideña hasta que aguante. Total, que le perdimos de vista.

En ningún momento le vi mover un sólo músculo. Llevaba un jersey a rayas, unos vaqueros de esos que podrías haber dejado el peto en casa y unos zapatos de estilo y año indefinido. Las manos en los bolsillos y la cazadora colgada de un brazo. No sé, aunque sea por inercia, llega un momento en que de tanto oír la música tu cuerpo se da al balanceo. Pues éste nada, ni un pequeño espasmo arrítmico.

Después me he enterado que esa noche era la fiesta de San Valentín... ¡Pero si era 16! Nosotras celebrábamos que somos Gpz's en Sant Fost y que al día siguiente yo tenía un asunto importante al que dar carpetazo. Aún así hemos salido en la foto, y hasta parece que hemos posado. No sé qué me pasa, pero hay ciertos días, casi siempre por la noche y de fiesta, que tengo pequeñas lagunas mentales y no acierto a comprender cómo he acabado en el centro de la pista si yo estaba en un rincón de la barra... Me lo voy a tener que mirar.

¡Ay pobre! Ahora me doy cuenta, fiesta de San Valen y él con su jersey a rayas ahi plantado. Pero valiente, eso sí, que él seguro que se prometió que salía esa noche y salió.

Con lo que son por aquí de defender lo suyo, me llama la atención que en cuestión de marcas la rubia de la zona sea  Estrella Galicia. Pues yo no sé qué tendrá esa cerveza o si sólo te pega fuerte cuando sale de tierras gallegas, pero me dió de bofetadas. Necesité una UCI de urgencia al día siguiente para estar en plenas facultades físicas y psíquicas a eso de las 16,00 horas. El sofá cama con piel de cebra se portó como un profesional sanitario, la verdad. No recuperé las facultades al cien por cien, es cierto, pero me vino bien un poco de anestesia para el asunto en cuestión.

El camarero de Sálvame Mollet dice que ya se habla de nosotras... ¡Puñetero paparazzi!