viernes, 21 de junio de 2013

Hard Syberia Session

La casa azul se fue de concierto para celebrar la llegada del verano (que al final no vino, que se le pasó, que andeandará, si en el otro hemisferio del mundo o en la Avenida Meridiana esperando a que alguno de los siete millones de semáforos se ponga en verde) y fuimos a ver a Syberia al Hard Rock Café. Yo me esperaba algo más sucio, una sala llena de tíos duros y tías aún más duras, sacudiendo sus melenas, con camisetas de calaveras, la chaqueta de cuero colgada de un hombro y a Alice Cooper saliendo del baño diciendo "hola qué taaal...".

Sin embargo aquello estaba lleno de guiris desprevenidos a los que les tembló hasta el hielo del cóctel al primer acorde. De repente una marea negra entra en el local y fijo que anoche los barriles de cerveza se acabaron por primera vez en quince años.
Detrás de mí, colgaba una Gibson Les Paul de los Stone Temple Pilots, a mi izquierda, una cazadora de cuero de Michael Jackson, justo en la entrada, el nanomallotdecueramen de Madonna, bajando las escaleras, un traje de Whitney Houston y a mi derecha, un maniquí vestía un perturbador jersey de lana color amarillo huevo. No quise ni acercarme a mirar de quién era aquella prenda que sólo con mirarla te sale sarampión, que dice mi madre. Pero la conclusión que saqué es que, si se te ocurre mandarles eso a Cáritas, te lo devuelven porque creerán que se trata de una broma de muy mal gusto.

El escenario era muy pequeño para cinco tíos, con sus cinco correspondientes instrumentos y cuatro amplificadores Orange que sonaban a gloria bendita. El micrófono no sé para qué estaba, porque no son mucho de cantar ellos y ni falta que les hace. Pensé para mis adentros; "esto va a petar en cuanto se pongan a afinar las guitarras.." Y así fue... Anoche, ya en la cama, tenía el clásico pitido en los oídos que te advierte de que te has pasado de decibelios.

En fin, muy recomendables estos jóvenes barceloneses que tocarán con Green Day en el BBK Festival el 13 de julio. Ale, ponte los auriculares, sube el volumen y a joderse la Trompa de Eustaquio!




domingo, 19 de mayo de 2013

Decoradoras 3.0

La casa pedía a gritos un restyling primaveral, tanto rojo y negro nos estaba afectando a los chakras... En esencia el estilo es el mismo: puta new age, pero con un mojito en la mano.

Hemos quitado los cajones de color negro de la estantería modelo EXPEDIT  y los hemos cambiado por otros en color azul. La mesita de café, también en negro, ha sido sustituida por otra en color blanco que conseguimos a 1,95 €.- en la sección de oportunidades de Ikea.
Unos cojines naranja por aquí, una alfombra verde por allá y unos portavelas nuevos y listo... Ibiza en nuestro salón! Bara bara bara! Bere bere bere! (Si cierro los ojos y le pongo (mucha) imaginación, hasta me parece oir al pakistaní de la barceloneta gritar: "¡¡Mojitoooo, cold mojito!!")

Mayo marcea que dice un amigo y se hace complicado pensar en una barbacoa a corto plazo. Pero no flaqueamos, la casa azul olerá a chuletillas de cordero en cuestión de semanas (o cuando deje de llover) y todos los gatos de Sant Fost vendrán a picar nuestra puerta.
Gatos... Sí... Esa es otra. Adoptamos a Lola (o Lola nos adoptó a nosotras, no sabemos muy bien) una gata negra moteada que entra y sale de casa como si fuera ella la que paga el alquiler. Al principio venía sola pero ha llamado a sus colegas y ya tengo contados cinco gatos diferentes.
Y es que es normal. Si después de zamparse las sobras del salmón va a ver a las amigas y por un casual, se le escapa un eructillo, pues le van a preguntar que de donde viene y la voz se va a correr como la polvora. ¡Ir a la casa azul, camaradas! Como si la estuviera viendo... Bueno, de hecho es que la estoy viendo, ahí, en la ventana de la cocina, esperando su dosis dominguera con las pupilas dilatadas.

En fin, el jardín ahora mismo es un desastre. Las acacias y la maleza crecen a un ritmo que asusta, los caracoles cada vez son más grandes, las abejas tienen Kers (¿será por la cercanía a Montmeló?), los mosquitos directamente nos muerden y las hormigas nos toman el pelo. Pero nosotras resistimos a la fuerza de la naturaleza y hemos plantado una sombrilla de color verde (que de momento sólo sirve para que no se moje la ropa del tendedero) como símbolo de que lucharemos por la reconquista.


Habrá fotos de la masacre...










sábado, 4 de mayo de 2013

Y ya estamos en mayo ...

El bambú crece a cada rato, a este paso tendremos un jardín zen antes de que finalice el verano. Las primeras semillas de flores empiezan a germinar. Celebramos cada pequeño brote como si fuera un miembro más de la familia. 

Ahora reciben incluso mucha más luz, Teresa, la vecina, ha podado parte del árbol que compartíamos, dejándonos con las ganas de probar sus frutos. Igual pensaba que nos molestaba, pero para nada.

Algunas noches, cuando el tiempo es benigno, salimos al jardín a contemplar las estrellas a la luz de las velas. A los niños les encanta, y es un gusto mirarlas con sus ojos. A un acto tan simple lo llenan de magia. Ellos lo llaman fiesta de pijamas. ¡Nos regalan cada momento!

Disfruto especialmente de esas mañanas al sol, en las que divagamos sobre la vida, el amor, los traumas, el sexo, los miedos, los condicionamientos... Lo que se nos ocurra. Con mi segunda infusión y su tercer café nos desayunamos las limitaciones y los avances, los errores y los aciertos. A veces lo acompañamos de lecturas que resultan idóneas para el tema en cuestión. Y hay temas que pueden durarnos hasta la infusión de la noche o hasta el desayuno de toda la semana.

Me gustaría seguir relatando los días en la casa azul, hablaros de la invasión de las hormigas, de los paseos en bici y todo un mundo más, pero es que me acabo de dar cuenta de que tengo el sofá lleno de ropa por doblar... ¡Es lo que tiene tener una compañera yonki de la lavadora!

Es una casa en abierto, podéis pasar y compartir historias.

Besotes.


domingo, 7 de abril de 2013

Mañana de domingo ...

Mejor no ir en contra de la cabra cuando tira para el monte, que entre piedras, caminos  y flores, el mal día se arregla y el azul del cielo siempre descubre  un horizonte.

Con dos cabritillos trotando, riendo a veces, a ratos protestando; subimos el camino al margen de coches, bicis y hasta caballos.

Con buenos días nos saludan y saludamos, alentamos al ciclista y despedimos al caminante, que con paso firme se aleja  sin demorarse.

La recompensa llegó al final, viejas cepas   a lo largo del valle, algunas ya con los sarmientos en flor, que hacen soñar con vendimias en el lagar.

Flores amarillas de alfombra, alguna que otra amapola, dos infantes corriendo entre ellas mientras nos prometemos toda una fiesta de manta, tortilla y coca cola.

Bajamos en patinete, en moto y en planeador. Ahora somos mariposas , también canguros, aunque estemos en Sant Fost.

Hemos llegado felices y contentos, disfrutando el descenso. Ahora toca navegar en el barco pirata, para eso le quitamos al Ka el techo y al capitán le ponemos la pata.

¡A toda máquina! Grita el capitán, ¡a la orden! responden los grumetes,  rumbo a la Cirereta, que una paella espera a la familia completa.

La sabiduría de la cabra, que nos ha llevado al monte y nos ha devuelto a cambio infancia como dote.













jueves, 28 de marzo de 2013

Una tarde en el jardín

 
Sólo a mí se me ocurriría,
en primavera y con alergia,
 arreglar el jardín una tarde,
¡Maldita sea!
¡Con lo que cuesta!
 
El olor a tierra emborrachaba
y parar ya no pudimos,
aún hoy se siente el cuerpo
agotado,
dolorido.

Los ciempiés que encontramos,
piedad nos pedían,
-¿Qué hacéis? ¿Estáis locas?
¡Es Semana Santa!
¡Herejía!-.
 
Y de la tierra salieron arañas,
lombrices, caracoles,
 Un caballero del zodiaco,
princesas y algunos botones.
 
¡Cuánta gente en nuestro jardín!
Y tú sintiéndote sola,
mejor me voy con el jardinero,
vuelvo dentro de una hora...

Este jardín será una ruina
me temo,
amiga mía,
queda mucho por hacer,
si no nos toca la lotería...